Casi por casualidad, encontramos en la historia eclesiástica de nuestra ciudad un episodio del primer cuarto del pasado siglo que supone para la Barriada “El Chorro” la restauración y ampliación de su capilla.
Esta ermita de María Inmaculada bajo la advocacion de la medalla “Milagrosa” existía posiblemente desde los primeros años de la pasada centuria y gracias al tesón de la actual asociación de vecinos sigue en pie como uno de los símbolos de la Barriada incluso con sus antiguos cultos renovados.